Hoy inicié el día con una mala noticia, y todo por andar de metiche en el blog de Luis Gantús, de donde reproduzco lo siguiente:
En 1944, el 26 de noviembre nació uno de las personas más maravillosas que he conocido: Le decían Roberto “El negro” Fontanarrosa.Creador de Boogie el aceitoso y de Inodoro Pereyra, durante años nos alegro la vida con su sarcástico y siempre atinado sentido del humor, amo del humor negro (sin agraviar a su apodo), con una mente privilegiada y admirable para todos aquellos que tuvimos la oportunidad de conocerle.
Fue en 1996, histórica fecha para el cómic en México, ese año en el mismo evento donde tuvimos a Stan Lee, tuvimos la gran oportunidad de conocer a uno de los más grandes humoristas de Latinoamérica, Fontanarrosa nos visitó en la CONQUE y, en una de esas experiencias que marcan la vida de las personas, descubro que los más grandes autores son tambien los mejores seres humanos. Su sencillez,su alegría y su infatigable afición al futbol marcaron uno de los eventos más recordados por los aficionados.
Sin embargo mis memorias sobre Roberto se remontan a un par de días antes de la inauguración de la CONQUE. Era Miércoles y al siguiente día teniámos uno de los días más pesados para cualquier organizador de eventos: el montaje. Los invitados empezarían a llegar al siguiente día y ya todo estaba preparado para recibirlos, había sido un día pesado, cargando y llevando cosas a la Unidad de Congresos de Centro Médico Siglo XXI, Mi primo Alberto y yo llegamos a la oficina de la CONQUE realmente exhaustos. De repente suena el timbre del teléfono, mi hermana Clara contesta, me avisa que en la linea esta Fontanarrosa, yo contesto con toda tranquilidad:
-¡Hola Roberto!, ya todo listo para mañana
Roberto Fontanarrosa contesta del otro lado de la linea- Me parece muy bien Luis, pero yo tengo una duda, ¿alguien va a pasar por mi al aeropuerto, o en que Hotel me quedo para tomar un taxi e irme para allá?
A lo que respondo:-No te preocupes Roberto, vamos a pasar por tí
Y en seguida la cubetada de agua fría-Me parece bien , pero es que mi vuelo ha llegado hace media hora.
Mis pies se derriten, mi cuerpo se queda frío, solo balbuceo incoherencias , hasta que mis labios dejan salir la frase que quería expresar:-P-p-p-pero si llegabas mañana…Así lo habíamos programado
Al idiota de Luis se le habían confundido las fechas, el caso es que Roberto llego un día antes de lo que este cabeza de chorlito tenía apuntado en la agenda, mi mente daba mil vueltas y solo alcance a balbucear:
-Roberto, no te muevas, metete a un bar a tomar una cerveza, en este momento salimos por tí.
Roberto contesta amablemente:-Aqui los espero
Todavía entre toda mi incertidumbre y estupidez le pregunto:-¿Oye Roberto nunca te he visto, como te reconozco?
- “Soy un pelado entrado en años y con un “pullover” gris”. Contesta
-Perfecto voy para allá
En ese preciso momento nos subimos a la camioneta de mi primo, todavia cargada de imagenes y cosas que se iban a utilizar en el evento, con la angustia reflejada en nuestros rostros, no pronunciabamos una sola palabra, teníamos a uno de nuestros invitados especiales esperando en el aeropuerto, presentiamos que Roberto no iba a estar muy contento de vernos. Bonita forma de recibir a un extranjero que siempre habiamos querido conocer y admirabamos.
Tomamos Viaducto, nuestro silencio indicaba la tensión que existia en nosotros, hasta que en una absurda necesidad por escupir alguna frase, lo único que atino a decir es:
-¿Oye Beto, tu sabes que chingados es un pullover?
Mi primo me observa y suelta la carcajada, y me contesta:
-No tengo ni puta idea
-Entonces - le digo- no tienes ni idea de como reconocer a un “pelado”
-Pos al primer guey que veamos mentando madres y albureando , ese ha de ser Fontanarrosa
Las risas nos acompañaron todo el camino, era nuestra forma de asimilar la tensión que cada momento era más agobiante.
Cuando llegamos al aeropuerto, corrimos hacia el área de llegada de los vuelos internacionales, volteabamos incesantemente de un lado para otro, hasta que descubrimos a un pelado (pelón) con un pullover(sudadera) gris que nos hacia señas, era Roberto Fontanarrosa, sentado placidamente en el Freedom a un lado de la salida internacional, tomando, sin el menor atisbo de preocupación o enojo, una cerveza. Me disculpe de mil formas con el y traté de corregir mi error garrafal, a lo que él contesto con una tranquilidad envidiable:
-¿De que te preocupas, Pibe?, si ha ganado Argentina, ¡Pasamos a la final!.
Volteo y veo en la televisión del lugar donde transmitían los juegos olímpicos de Atlanta 96, y que en esas dos horas de espera, se había transmitido un partido de la selección olímpica de Argentina (contra quien sabe quien chingaos), que Argentina había ganado y que jugaría la final contra Nigeria el sábado. Para mi eso fue milagroso, un hecho insólito que nos permitió relajarnos y darnos cuenta que Roberto ni siquiera estaba enojado, es más, le alegro que no hubieramos llegado a tiempo, porque así pudo ver con calma el partido. El camino de regreso fueron risas y carrilla de parte de el hacia nosotros.
Roberto Fontanarrosa nos acompaño esos cinco días, bromeaba con Aragones y Rius, se entristecio cuando Argentina perdió la final de los olímpicos con Nigeria, aguanto las burlas de Aragonés al respecto, se divertía tirandole la onda a mi hermana Fernanda, convivió con otros dibujantes y se volvió parte de esa hermosa comunidad que se formaba con los que trabajabamos en la CONQUE.
Volví a ver a Roberto el diciembre pasado en la Fil de Guadalajara, ya su cuerpo no respondía, la arteroesclerosis lo había paralizado,circulaba en una silla de ruedas, pero su mente y su sagacidad siempre estuvo presente, me reconoció, me llamo bandido, lo abracé, me dio un beso en la mejilla e impidió que me entristeciera por verlo así, sus bromas y sus comentarios nos hacian reir y olvidarnos de ese artefacto con ruedas que lo mantenia artificialmente en movimiento. Fueron tres días maravillosos. Simplemente quedo guardado en mi memoria como una de las personas mas inteligentes, divertidas y sencillas que he conocido.
Hoy 19 de julio falleció Roberto Fontanarrosa, no saldrá en las noticias, no habrá multitudes escoltando su ferretro, ni siquiera una esquela en los diarios mexicanos . Solo habrá una gran cantidad de hojas en blanco que no se iluminarán con su genio y su creatividad, y una gran cantidad de lectores y amigos que lo vamos a extrañar porque gente como el no se encuentra uno a la vuelta de la esquina.
DESCANSE EN PAZ ROBERTO FONTANARROSA, QUE BOOGIE E INODORO NUNCA LO HARAN, TU LEGADO TE MANTIENE VIVO AUNQUE EL NO TENERTE NOS HAGA UN HUECO EN EL ALMA.¡ADIOS ROBERTO¡HASTA SIEMPRE NEGRO!
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