Todo el mundo ha escuchado hablar de Isaac Asimov, Robert A Heinlein, Arthur C. Clarke, Larry Niven, como íconos de la literatura de Ciencia Ficción (algunos llegan a mencionar a George Lucas, ignoro las razones de esto). Y no cabe la menor duda de que este posicionamiento es más que merecido. De la pluma de estos prolíficos escritores han surgido las historias más memorables de la cultura de aventuras de ficción y space opera. Isaac Asimov, con sus historias de robots, sus 3 leyes de la robótica, la psicohistoria y su fértil imaginación; Robert Heinlein ha logrado plasmar historias muy detalladas, juveniles, llenas de aventura y que tienen la virtud de exponer ante el lector muchos datos de orden científico que de otra manera estarían fuera del alcance de este... Larry Niven y su Mundo Anillo, y lo que falta por mencionar...
Pero esto es hablar únicamente de un fragmento del amplio espectro dentro de este género. La ciencia ficción ha sufrido en los últimos años una evolución que la ha hecho más madura, menos "pulp" como los pasquines de mediados del siglo pasado. En cierta forma, la ciencia ficción ha preparado al hombre de hoy, presentándole ayer lo que vendría mañana. Muchos expertos actuales en robótica vieron surgir su interés en este medio a partir de la ficción de Asimov. Muchas personas lograron entender aunque sea ligeramente aspectos tan rudos dentro de la divulgación científica como la física tetradimensional gracias a escritos como "And he build a crooked house" de Robert Heinlein donde explica de manera muy amena y clara muchos de los aspectos desconcertantes que tiene la física de un teseracto o hipercubo. Silent Running, de Douglas Trumbull (creador de los efectos especiales en "2001 a space odyssey") es capaz de contarnos una historia de ficción donde los seres humanos son capaces de construir espacionaves titánicas como invernaderos para preservar la flora terrestre, pero anacrónicamente son capaces a su vez de olvidar una ley de la naturaleza básica como la ley del cuadrado inverso. Iain Banks crea personajes y mundos verdaderamente espectaculares en su serie de La Cultura con un humor desenfadado, los gigantescos VGS (Vehículos Generales de Sistema) naves de varios kilómetros de envergadura, que contienen complejas ecologías, capaces de abergar incluso astilleros para construir más naves, tripuladas todas estas por "mentes" robóticas dotadas de auténtica Inteligencia Artificial; y si de ingenios gigantescos hablamos, podemos mencionar el Mundo Anillo, de Larry Niven, una banda de varios millones de kilómetros de ancho, con un radio de 150 millones de kilómetros que circunda un sol. Son solo aspectos característicos de esta ficción.
Pero dentro de toda esta pléyade de autores, un elemento general destaca prácticamente en todos y cada uno de estos trabajos. La grán mayoría de estos escritores tienen preparación científica. Son personas como Robert Heinlein que tienen preparación universitaria en Ingeniería, son escritores que saben de lo que escriben. Dominan la jerga científica y saben teñir sus relatos con maravillas que ahora nos parecen imposibles, pero que pueden, eventualmente, convertirse en realidad. Y a esto quería llegar.
En numerosas ocasiones la gente ha confundido la ciencia ficción con el mero aspecto tecnológico. El simple hecho de ver rayos laser o naves espaciales resulta más que suficiente para el ciudadano medio que cataloga este material de antemano como Ciencia Ficción, pero esta denominación no siempre puede ser utilizada de manera tan libre y despreocupada. ¿Un caso en particular? Star Wars.
La Guerra de las Galaxias resulta entretenida, tiene una historia medio simplista, pero al mismo tiempo ostenta la virtud de atrapar al espectador con sus fastuosos efectos especiales. La imaginación de Lucas no está en entredicho cuando nos presenta a los personajes, los mundos y la tecnología que caracterizan su creación. Pero en el sentido más estricto de la palabra, no creo que sea prudente catalogar Star Wars como Ciencia Ficción. Esto, por supuesto, es solo una opinión personal. Hay y habrá personas que no estén de acuerdo con esto que acabo de comentar. Pero por mi parte, estoy convencido de que la etiqueta de Ciencia Ficción no le queda en absoluto a la creación de Lucas. El mismo Irvin Kershner, director de "Empire Strikes Back" catalogó la historia como un "cuento de hadas", un mito que dista mucho de tener las características de una buena película de ciencia ficción.
Como ciencia ficción, no se entiende únicamente la alta tecnología. La ciencia ficción es un género de narración especulativo donde los relatos presentan el impacto de avances científicos y tecnológicos, presentes o futuros, sobre la sociedad o los individuos. Para que una historia se pueda considerar como tal, necesita cubrir esos y otros criterios… criterios que desgraciadamente no se encuentran por ningún lado en Star Wars. esto es: ciencia especulativa. En absolutamente ninguna parte de las 6 películas puede uno escuchar algo que se aproxime siquiera remotamente a eso, ni siquiera se puede ver. Y de hecho, está plagada de errores e inexactitudes que en numerosas ocasiones rayan en lo absurdo. En una famosa escena de “El imperio contraataca (a mi gusto, la mejor de todas) el Millennium Falcon se esconde en el crater de un asteroide, que en realidad contiene una babosa espacial de proporciones titánicas. Eventualmente salen despedidos del lugar, a punto de ser devorados por el gigantesco monstruo. ¿De qué se alimenta esta babosa? ¿Como puede vivir en el vacío? son algunas de las cuestiones que no se resolverán jamás en la película, pues solo es un recurso para que la nave salga de su escondite para enfrentarse nuevamente a las huestes del imperio. Y detalles como éste abundan en toda la serie. En una historia de Ficción, en un relato lleno de ideas, ¡las ideas deben funcionar!
En Star Wars, A New Hope, escuchamos a Han solo profiriendo pifias como “El Millenium Falcon es tan rápido que hizo el recorrido de Kessel en 12 parsecs” ¡Esto es una verdadera barbaridad! El equivalente en nuestro modesto planeta, sería a: “Mi auto es tan veloz, que puede hacer el recorrido de Insurgentes a Satélite en 20 kilómetros” (o su equivalente). Lucas, pretendiendo utilizar jerga científica, falla miserablemente, utilizando una medida de distancia como si fuera de tiempo. Hay hechiceros, princesas, dragones, duendes, y hasta un “Dungeon” (recordemos la estrella de la muerte) lleno de peligros. Nada nuevo bajo el sol. (O bajo el sistema doble de Tatooine).
Quizás el valor de Star Wars tenga más que ver en el aspecto mitológico, incluso ideológico que en aspecto de ficción especulativa. Las tropas de choque imperiales, la fuerza élite del Imperio fueron conocidos en Star Wars como Stormtroopers, o tropas de la tormenta. Un nombre “cool” para un niño de 12 años, realmente me gustaba ese apelativo, y no fue hasta después, cuando me enteré que asimismo, los soldados alemanes durante la segunda guerra mundial también eran conocidos como tropas de la tormenta. Referencias de este tipo, donde se involucran elementos presentes en varias culturas y en varios tiempos de nuestra historia abundan a lo largo de la narración. Vamos, incluso hasta alusiones concretas a determinadas religiones pueden encontrarse, como la peregrina idea de que Anakin fue concebido por obra y gracia de la divina intervención midicloriana, ¡sin ayuntamiento sexual previo! una clara alusión al mito judeo cristiano del nacimiento de Jesús, o cualquier otro mesías de su elección, si usted pertenece a la oposión :S
Los mismos uniformes imperiales tenían una marcada influencia alemana de esa época de nuestra historia. Sin mencionar el casco de Darth Vader (mezcla de samurai con káiser). Villano de villanos, así como su traje negro, reminiscencia de las gabardinas negras de los oficiales de la Gestapo, la tan temida ”SS”. La misma Alianza Rebelde encuentra su homónimo en los aliados en la segunda guerra mundial, George Lucas tenía que dejar bien claro quienes eran los malos y quienes eran los buenos en su épica, por ello mismo fue que adoptó tantos íconos reconocibles aunque sea inconscientemente. La Alemania nazi de esos tiempo es recordada por muchos como una época de terror, donde las garantías individuales eran violadas cotidianamente.
Aunque, para ser honestos, no todas las referencias a lo largo del relato corresponden a periodos de la historia de nuestra civilización:
Los nombres de algunos de los alienígenas que aparecen en la cantina, (Klatoo, Niktu, Barada) son en realidad frases que un extraterrestre casi olvidado del cine de ciencia ficción de los años 50 dice brevemente, antes de ser agredido por el ejército de los Estados Unidos, en un intento de repeler una supuesta “invasión” en la película “The day the Earth stood still” un clásico que actualmente es conocido por muy pocos.
Es indudable el impacto que tuvo esta saga en la cultura popular. Todo el mundo sabe lo que significa "que la fuerza te acompañe", muchos nos sentimos identificados con un personaje cuando menos, nos maravilla la inventiva de su creador, (no su dirección, que conste, como director, Lucas es un excelente ginecólogo) y en más de una ocasión se emiten frases de asombro ante la brillantez de los efectos especiales. Pero, me temo, mucho le falta aún al señor Lucas por aprender, de los verdaderos maestros de la narrativa fantástica.
Pero esto es hablar únicamente de un fragmento del amplio espectro dentro de este género. La ciencia ficción ha sufrido en los últimos años una evolución que la ha hecho más madura, menos "pulp" como los pasquines de mediados del siglo pasado. En cierta forma, la ciencia ficción ha preparado al hombre de hoy, presentándole ayer lo que vendría mañana. Muchos expertos actuales en robótica vieron surgir su interés en este medio a partir de la ficción de Asimov. Muchas personas lograron entender aunque sea ligeramente aspectos tan rudos dentro de la divulgación científica como la física tetradimensional gracias a escritos como "And he build a crooked house" de Robert Heinlein donde explica de manera muy amena y clara muchos de los aspectos desconcertantes que tiene la física de un teseracto o hipercubo. Silent Running, de Douglas Trumbull (creador de los efectos especiales en "2001 a space odyssey") es capaz de contarnos una historia de ficción donde los seres humanos son capaces de construir espacionaves titánicas como invernaderos para preservar la flora terrestre, pero anacrónicamente son capaces a su vez de olvidar una ley de la naturaleza básica como la ley del cuadrado inverso. Iain Banks crea personajes y mundos verdaderamente espectaculares en su serie de La Cultura con un humor desenfadado, los gigantescos VGS (Vehículos Generales de Sistema) naves de varios kilómetros de envergadura, que contienen complejas ecologías, capaces de abergar incluso astilleros para construir más naves, tripuladas todas estas por "mentes" robóticas dotadas de auténtica Inteligencia Artificial; y si de ingenios gigantescos hablamos, podemos mencionar el Mundo Anillo, de Larry Niven, una banda de varios millones de kilómetros de ancho, con un radio de 150 millones de kilómetros que circunda un sol. Son solo aspectos característicos de esta ficción.
Pero dentro de toda esta pléyade de autores, un elemento general destaca prácticamente en todos y cada uno de estos trabajos. La grán mayoría de estos escritores tienen preparación científica. Son personas como Robert Heinlein que tienen preparación universitaria en Ingeniería, son escritores que saben de lo que escriben. Dominan la jerga científica y saben teñir sus relatos con maravillas que ahora nos parecen imposibles, pero que pueden, eventualmente, convertirse en realidad. Y a esto quería llegar.
En numerosas ocasiones la gente ha confundido la ciencia ficción con el mero aspecto tecnológico. El simple hecho de ver rayos laser o naves espaciales resulta más que suficiente para el ciudadano medio que cataloga este material de antemano como Ciencia Ficción, pero esta denominación no siempre puede ser utilizada de manera tan libre y despreocupada. ¿Un caso en particular? Star Wars.
La Guerra de las Galaxias resulta entretenida, tiene una historia medio simplista, pero al mismo tiempo ostenta la virtud de atrapar al espectador con sus fastuosos efectos especiales. La imaginación de Lucas no está en entredicho cuando nos presenta a los personajes, los mundos y la tecnología que caracterizan su creación. Pero en el sentido más estricto de la palabra, no creo que sea prudente catalogar Star Wars como Ciencia Ficción. Esto, por supuesto, es solo una opinión personal. Hay y habrá personas que no estén de acuerdo con esto que acabo de comentar. Pero por mi parte, estoy convencido de que la etiqueta de Ciencia Ficción no le queda en absoluto a la creación de Lucas. El mismo Irvin Kershner, director de "Empire Strikes Back" catalogó la historia como un "cuento de hadas", un mito que dista mucho de tener las características de una buena película de ciencia ficción.
Como ciencia ficción, no se entiende únicamente la alta tecnología. La ciencia ficción es un género de narración especulativo donde los relatos presentan el impacto de avances científicos y tecnológicos, presentes o futuros, sobre la sociedad o los individuos. Para que una historia se pueda considerar como tal, necesita cubrir esos y otros criterios… criterios que desgraciadamente no se encuentran por ningún lado en Star Wars. esto es: ciencia especulativa. En absolutamente ninguna parte de las 6 películas puede uno escuchar algo que se aproxime siquiera remotamente a eso, ni siquiera se puede ver. Y de hecho, está plagada de errores e inexactitudes que en numerosas ocasiones rayan en lo absurdo. En una famosa escena de “El imperio contraataca (a mi gusto, la mejor de todas) el Millennium Falcon se esconde en el crater de un asteroide, que en realidad contiene una babosa espacial de proporciones titánicas. Eventualmente salen despedidos del lugar, a punto de ser devorados por el gigantesco monstruo. ¿De qué se alimenta esta babosa? ¿Como puede vivir en el vacío? son algunas de las cuestiones que no se resolverán jamás en la película, pues solo es un recurso para que la nave salga de su escondite para enfrentarse nuevamente a las huestes del imperio. Y detalles como éste abundan en toda la serie. En una historia de Ficción, en un relato lleno de ideas, ¡las ideas deben funcionar!
En Star Wars, A New Hope, escuchamos a Han solo profiriendo pifias como “El Millenium Falcon es tan rápido que hizo el recorrido de Kessel en 12 parsecs” ¡Esto es una verdadera barbaridad! El equivalente en nuestro modesto planeta, sería a: “Mi auto es tan veloz, que puede hacer el recorrido de Insurgentes a Satélite en 20 kilómetros” (o su equivalente). Lucas, pretendiendo utilizar jerga científica, falla miserablemente, utilizando una medida de distancia como si fuera de tiempo. Hay hechiceros, princesas, dragones, duendes, y hasta un “Dungeon” (recordemos la estrella de la muerte) lleno de peligros. Nada nuevo bajo el sol. (O bajo el sistema doble de Tatooine).
Quizás el valor de Star Wars tenga más que ver en el aspecto mitológico, incluso ideológico que en aspecto de ficción especulativa. Las tropas de choque imperiales, la fuerza élite del Imperio fueron conocidos en Star Wars como Stormtroopers, o tropas de la tormenta. Un nombre “cool” para un niño de 12 años, realmente me gustaba ese apelativo, y no fue hasta después, cuando me enteré que asimismo, los soldados alemanes durante la segunda guerra mundial también eran conocidos como tropas de la tormenta. Referencias de este tipo, donde se involucran elementos presentes en varias culturas y en varios tiempos de nuestra historia abundan a lo largo de la narración. Vamos, incluso hasta alusiones concretas a determinadas religiones pueden encontrarse, como la peregrina idea de que Anakin fue concebido por obra y gracia de la divina intervención midicloriana, ¡sin ayuntamiento sexual previo! una clara alusión al mito judeo cristiano del nacimiento de Jesús, o cualquier otro mesías de su elección, si usted pertenece a la oposión :S
Los mismos uniformes imperiales tenían una marcada influencia alemana de esa época de nuestra historia. Sin mencionar el casco de Darth Vader (mezcla de samurai con káiser). Villano de villanos, así como su traje negro, reminiscencia de las gabardinas negras de los oficiales de la Gestapo, la tan temida ”SS”. La misma Alianza Rebelde encuentra su homónimo en los aliados en la segunda guerra mundial, George Lucas tenía que dejar bien claro quienes eran los malos y quienes eran los buenos en su épica, por ello mismo fue que adoptó tantos íconos reconocibles aunque sea inconscientemente. La Alemania nazi de esos tiempo es recordada por muchos como una época de terror, donde las garantías individuales eran violadas cotidianamente.
Aunque, para ser honestos, no todas las referencias a lo largo del relato corresponden a periodos de la historia de nuestra civilización:
Los nombres de algunos de los alienígenas que aparecen en la cantina, (Klatoo, Niktu, Barada) son en realidad frases que un extraterrestre casi olvidado del cine de ciencia ficción de los años 50 dice brevemente, antes de ser agredido por el ejército de los Estados Unidos, en un intento de repeler una supuesta “invasión” en la película “The day the Earth stood still” un clásico que actualmente es conocido por muy pocos.
Es indudable el impacto que tuvo esta saga en la cultura popular. Todo el mundo sabe lo que significa "que la fuerza te acompañe", muchos nos sentimos identificados con un personaje cuando menos, nos maravilla la inventiva de su creador, (no su dirección, que conste, como director, Lucas es un excelente ginecólogo) y en más de una ocasión se emiten frases de asombro ante la brillantez de los efectos especiales. Pero, me temo, mucho le falta aún al señor Lucas por aprender, de los verdaderos maestros de la narrativa fantástica.
Comentarios
pero eso no le quita lo maleta xD
Saludos.
Ahh, y "And he build a crooked house" es buenisimo.
Ok..solo por el dato, a mi si me gusta SW, (New Hope, Empire, y la mitad de Jedi, las precuelas son pateticas)No le da sentido a mi vida ni mucho menos, me divierte, son peliculas "bonitas" y tecnicamente logradas e iconicas, y, como gran parte de mi generacion,creo que es una parte inmportate de los recuerdos de la infancia y hasta cierto punto, lo que nos abrio el hambre de buscar mundos fantasticos, mas divertidos que la escuela o la reunion familiar.
Estoy totalmente de acuerdo, NO ES CIENCIA FICCION Y JAMAS LO SERA (por eso los que se matan discutiendo si es mejor STAR WARS que STAR TREK y viceversa, pierden tiempo y energias miserablemente,son naranjas y manzanas)...en todo caso si tan solo con tener navecitas, rayos, aliens y robots ya se califica como Sci-Fi (Util termino, legado de Forrest Ackerman)Uta! pues HE-MAN Y LOS AMOS DEL UNIVERSO es una mega saga!
Una pequeña correcion:
Respecto a la referencia a "The Day the Earth Stood Still"...la frase correcta (y completa) es "Gort! Klatuu, Barada, Niktu!" que es la orden que el alien Klatuu le pide a la protagonista femenina le diga al Robot Gort para que no le haga daño y le acompañe a prestarle ayuda a Klatuu
Dato curioso: Esa frase se vuelve a usar en "Army of Darkness" de Sam Raimi, esta vez como un conjuro magico...chido homenaje ¿no?
Saludos